En
Cornellá pasó algo muy grave que se ha pasado de puntillas y que me parece muy
importante de comentar. Estoy hablando que un árbitro, en el descanso, puedan
hacerle saber que se ha equivocado en una jugada del primer tiempo y que vaya a
pedir perdón al vestuario del equipo perjudicado. Para empezar, me parece muy
grave que un árbitro no esté lo suficientemente aislado de todo para que sepa
si ha errado o no en la primera parte, porque luego pasan cosas como la
expulsión de Jordi Alba, más que absurda, que hacen que un acto previo sea muy
indicativo de lo que pueda pasar luego. El partido iba más o menos bien, un
derbi que suele ser muy caliente, debido a la gran primera parte del Barça
estaba marchando muy tranquila, sin problemas para el colegiado, se equivocó en
el segundo gol del Barça, su colegiado que no pita fuera de juego y el gol de
Messi sube al marcador. Pero es que la segunda parte fue vergonzosa, él solito
se cargó el partido y fue un concierto de compensaciones y de errores en cadena
que luego cuando te enteras que en el descanso sabía que se había equivocado,
es cuando empiezas a tener muchas suspicacias y muchas desconfianzas acerca de cómo
funciona este mundillo. Porque lo que me parece más importante de saber es,
quién le hace saber al colegiado que se ha equivocado, porque que te lo diga un
delegado de uno de los dos equipos puedes pensar que va a intimidarte y a
presionarte para que pites a su favor. Pero es que para que lo tenga tan claro
y vaya a pedir perdón en el descanso, se lo tiene que haber hecho saber alguien
de los de más arriba suyo en el estamento arbitral. Y si pueden contactar estos
contigo para hacerte saber que te has equivocado, también pueden contactar
contigo para decirte que tienes que hacer algo en ese partido. En tiempos de
sorteos muy beneficiosos para los de siempre, de horarios de partidos muy
beneficiosos para los de siempre, de designaciones arbitrales muy beneficiosas
para los de siempre, este tipo de cosas no ayudan en nada a la limpieza y a la
confianza en estas instituciones. Yo ya me fiaba poco, pero es que lo que pasó
el sábado en Cornellá fue muy muy sospechoso y siempre son los mismos
habituales de siempre. Luego ves arbitrajes como el de ayer en Balaídos, que un
árbitro al que pillaron haciéndose fotos con Mourinho hace unos años en
Mallorca, antes de un partido, el año que ganó la liga por decreto y en el
partido en el que anularon un gol al Mallorca, saliendo el delantero de su
campo, por fuera de juego. Este mismo árbitro, que es un prepotente y que no
permite el diálogo, al descanso se le ve de sonrisitas con James, un árbitro
que casualmente se come dos penaltis favorables al Celta. Está claro que se va
a hacer todo lo posible para conseguir la remontada, pero al menos podrían ser
más discretos, no poner al Barça a jugar cuatro de cinco jornadas a jugar en
sábado a las 16 horas, no poner árbitros siempre de forma interesada para que
les jodan, como estuvo a punto de hacerlo ante el Valencia, con penalti
inexistente incluido.
El
problema que tiene Lahoz es que se le ve demasiado el plumero y que además
quiere ser siempre el protagonista. No puede ser que expulse a Alba por la
tontería que hizo y que en cambio la vedette madridista le llame, se toque los
huevos y le pregunte si le gusta, no puede ser que con unos sea totalmente
dialogante y con otros les expulse en veinte segundos, porqué lo peor que puede
tener un árbitro, es una diferencia de criterios según el equipo que pita. Y
este señor ya es suficientemente malo, con un reglamento propio, que nunca
sabes lo que va a pitar, como para que encima se le vean este tipo de
diferencias y que le hagan saber al descanso que se ha equivocado y cambie
totalmente su arbitraje en la segunda parte. Este señor ya les ha birlado al
Barça, una copa del rey y una liga y parece que no tuvo suficiente.
Pero
bueno es lo que hay con esta directiva, que permite que les pongan cuatro
partidos seguidos a las 16, que su única reacción es utilizar a los medios para
decir que quieren que se disculpe Lahoz. Lo que tienen que hacer es coger el
presidente y descolgar el teléfono y cagarse en los muertos de quien tenga que
cagarse, pero claro, es mucho pedir para un personaje que sólo le interesa
dejar a todos colocaditos y preparar las elecciones a costa del club.
Por
suerte el equipo va viento en popa y el sábado se bastó con 35 minutos buenos
de futbol para sentenciar el partido. Un partido muy serio en el que el equipo
salió a jugar muy junto, todos muy concentrados y con la actitud necesaria
sabiendo lo que se jugaban. Ayudó bastante que el Español, decidiese ser un
convidado de piedra y salió sorprendentemente para ser un derbi con muy poca
intensidad y a esperar demasiado atrás, durante la primera parte el Barça tuvo
topes de más de 80% de posesión en campo contrario, sin ningún tipo de fuerza e
intensidad para recuperar la pelota, es que no hizo ni faltas ni puso
agresividad, estoy seguro que para los pericos fue muy decepcionante al verdad.
Pero bueno, para el Barça fue perfecto, ayudó mucho también que el Barça generó
muchas superioridades en el centro del campo, gracias en gran parte a Messi,
que supo leer el partido perfectamente y se incrustó en medio campo. Se produjo
algo muy parecido a lo que pasaba con el anterior Barça, se asociaron muy bien
entre los Busquets, Iniesta, Rafinha y Messi, muy en corto y avanzando metros
con la pelota muy bien organizados todos, que suponía un orden que permitía
recuperar luego muy rápidamente con la presión arriba. Pero lo que recordó al
gran Barça, fue como adormecían el ritmo para acelerar de golpe en los últimos
metros, con asistencias al espacio y entradas de segunda línea. Así llega el
primer gol, con una gran entrada de segunda línea de Jordi Alba, que la cede
para que Suárez haga la genialidad de la jugada, sin olvidar el gran pase de
Messi claro. El uruguayo la deja pasar, arrastra la defensa y le da el gol
cantado a Neymar, que sólo tiene que empujarla. Lo mejor de todo es que no se
conformaron con el gol y fueron rápidamente a por el segundo, con una muy buena
combinación, que acaba a los pies de Suárez en una banda, este combina con Iniesta
que le cede en un gran pase por arriba, luego el uruguayo le asiste a Messi que
marca sin ángulo. La jugada es fuera de juego, pero estaba muy bien trenzada y
aunque Suárez estuviese un metro más atrás habría podido ser la misma, que es
lo importante. A partir del segundo el partido baja muchísimo ya que el Español
no sabe cómo hacerse con la pelota y el Barça decide dosificarse de forma
inteligente. Hasta que llega la expulsión y el Español se anima un poco, más
por garra que por futbol. Ahí es donde creo que Lucho está lento y hace mal los
cambios, el partido pedía un lateral ya a costa de un delantero y rearmar el
equipo, pero al final acaba quitando a Rafinha y durante un largo rato el
equipo no acaba de estar cómodo, hasta el punto que tiene que rectificar y
quitar a un delantero y sacar a Rakitic. Pero excepto un par de jugadas al
final el equipo no pasa apuros.
En el
plano individual muy destacable el rendimiento de Iniesta, jugador que estando
bien físicamente sigue siendo indiscutible en este equipo. Un jugador que lleva
un par de años lastrado por las lesiones pero que parece que está llegando al
tramo decisivo a un muy buen nivel. Ayer fue el faro en ataque junto con Messi
y además tuvo suficientes fuerzas como para ayudar al medio campo
defensivamente. Esperemos que pueda mantener este tono físico hasta el final
porque a este nivel puede ayudar y mucho a la hora de conseguir los objetivos
finales.
El
resto de compañeros del medio campo estuvo también a la altura, Rafinha que
trabajó como un jabato en el medio campo y que le dio pausa al juego para que
el equipo se ordenara, pero sigue pecando en muchas ocasiones de conducir en
exceso y de dar más toques de los necesarios, este aspecto en este jugador es
muy mejorable pero muestra condiciones inmejorables para tener mucha
importancia en ese equipo, además sin poder fichar el año que viene.
Luego
está Busquets, al que se le critican sus pérdidas ocasionales pero que hay que
mirar el conjunto y el partido en general, yo prefiero mil veces gente que
juegue a arriesgar y hacer algo decisivo para su equipo, que no una persona que
no arriesga ni un pase y luego acaba con un 90% de pases pero al compañero que
está a 2 metros suyo. El partido de Busquets fue fantástico, pese a perder dos
balones peligrosos, que solucionó Mascherano, pero su manera de jugar en corto
y ordenar al equipo, con movimientos y pases que parecen facilísimos, pero que
son vitales para que la jugada llegue a buen puerto, además de todo el trabajo
de colocación y coberturas. Además de todo lo que aporta en el juego aéreo
cuando el equipo rival intenta salir de la presión con pelotazos a su jugador
referencia, jugador indispensable en el centro del campo.
La
delantera rayó a un muy buen nivel, especialmente Messi y Suárez. El argentino
estuvo en todas partes e hizo lo que le dio la gana allá dónde más daño podía
hacer en cada momento, básico en la creación y decisivo en la definición. Luego
bajó como todo el equipo tras el segundo gol y se puso el equipo a la espalda
cuando llegó la expulsión. Con este jugador en este nivel de forma se puede
aspirar a cualquier cosa y no se debe temer a nadie, a poco que el resto aporte
un poco.
En el
caso de Suárez, un partido más en el que demostró que un nueve no necesita
marcar tres goles para ser decisivo, dio un recital de movimientos sin balón,
de combinación, de caer a bandas y de fajarse con los centrales. Además fue
decisivo en el primer gol y asistió en el segundo, asistencia que pudo no ser
la única si Neymar llega a estar mínimamente acertado.
Un
Neymar que ha mejorado respecto al bajón, los últimos dos partidos, pero que
sigue muy fallón en la definición, al menos aportó un poco más en el trabajo
colectivo y participó más del juego, pero sigue teniendo un gran problema, su
egoísmo, cuando está cerca del gol mira al suelo y tiene que acabar la jugada,
muy malo para la gestión del grupo y el buen rollo, Suárez se cabreó un par de
veces y lo peor es que los compañeros no confían en su generosidad, Messi falla
una clarísima tras una gran jugada individual del brasileño porque le pilla desprevenido,
simplemente no espera que la vaya a pasar. Esto es un verdadero problema, muy
mejorable en ese aspecto y que se le tiene que inculcar desde ya si se quieren
hacer cosas grandes, no se puede perdonar lo que perdonó en la definición, pero
sobre todo a la hora de no fallar ocasiones que con un simple pase sea un gol
de un compañero.
En el
caso de la defensa los dos centrales estuvieron a un gran nivel, Piqué jugó mucho
más tranquilo con un jugador tan fiable como Masche, con mucha más libertad sabiendo
que tiene las espaldas cubiertas y que no tiene que ser él el que cubre las
espaldas. Infranqueable en el juego aéreo que le da una seguridad espectacular en
los balones parados al equipo. En el caso del argentino pues un partido más a un
nivel soberbio, fantástico en las coberturas y bien a la hora de buscar cambios
de orientación e incorporaciones al centro del campo para romper líneas de
presión.
Los dos
laterales rayaron a un buen nivel también, pero con algunos peros, sobre todo
Alba. El carácter se tiene que mostrar en el juego, pero no a la hora de
protestarlo todo y de tener mala educación en el campo, este aspecto alguien se
lo tiene que hacer ver y trabajarlo, no por el sábado, porque realmente no
merece ser expulsado en dicho partido, pero ha visto demasiadas tarjetas desde
que está en el Barça por esto. Y mira que estaba haciendo un partido
fantástico, con una gran incorporación en el primer gol y sin sufrir por su
banda ante Lucas Vázquez, uno de los jugadores revelación del español.
En el
caso de Alves, le cedió más el protagonismo a Alba y se dedicó más a asegurar
su banda y a controlar y seleccionar más las subidas. Partido muy serio, no muy
destacable ofensivamente pero muy seguro, lo que se le pide desde algunos
sectores muy críticos con él.
Por último el portero, que no tuvo que trabajar en
exceso, podría considerarse en los típicos análisis “sin clasificar” pero
aportó en el juego aéreo y en la salida de balón desde atrás, paró lo que tenía
que parar y no la cagó en ningún momento. Partido típico de un portero del
Barça en los buenos tiempos del equipo.