El
Barça ha hecho un gran paso hacia atrás en la consecución de la liga. Si bien
es cierto que siguen dependiendo de si mismos, no deja de ser evidente que se
ha perdido mucha ventaja que te hacía jugar con este plus de menos presión que
el rival y que fuesen pasando las semanas y siguiese la misma distancia. Ahora
con este pinchazo no ha hecho más que dar más alas a un equipo blanco, que ha
recuperado a todos sus efectivos y que están a pleno rendimiento tras volver de
parones de partidos largos y con las piernas menos cargadas. Si el Barça
hubiese salido de este calendario infernal Sevilla-Valencia-Español, entre
medias de la champions, se podría haber hablado de más de media liga en el
bolsillo, asegurando el resto de partidos, ante rivales asequibles, te daba
para ir incluso al calderón y perder y seguir dependiendo de ti mismo, ahora
con este pinchazo, ya no se puede ni permitir el lujo de empatar, ya que al no
ser capaces de marcar un tercer gol con el porrón de ocasiones que tuvieron en
el clásico, ahora en caso de empate, ganaría el Madrid. Esperemos que el Madrid
se deje algún empate en el camino, pero oliendo sangre y con los poderes
fácticos, en las designaciones de horarios y de árbitros de su lado, se va a
hacer harto complicado este tramo final de liga. El partido de anoche, en
condiciones normales, es uno de los partidos que te puedes poner una cruz a
principio de temporada de campos donde hay probabilidades de pinchar, más si
ves la racha del Sevilla en su campo que del año pasado contra el Barça no ha
perdido ningún partido. Pero tal y como se produjo, te da un mal sabor de boca
espectacular, muy parecido a lo que pasó en campo del City. En condiciones
normales, una victoria en campo contrario en Manchester, se podría dar por un
buen resultado, pero claro fallando un penalti en el descuento y pudiendo
sentenciar pues es una victoria agridulce. Ayer pasó lo mismo, si te dicen hace
dos meses que empatarás en Sevilla, ante un Sevilla como el de la segunda
parte, pues puedes hasta darlo por bueno, pero viendo los primeros 35 minutos
del partido, era totalmente impensable dejarse puntos en este partido.
El
Barça regaló dos puntos en cadena, empezando por la cantada de Bravo que les
pone en el partido cuando ya los tenían prácticamente muertos, pasando por los
fallos en ataque para sentenciar el partido, siguiendo por los malos cambios de
Lucho y acabando por la cagada monumental de Piqué, que ya hacía mucho tiempo
que no se producían.
Los
primeros 35 minutos del Barça fueron excelsos, con un futbol de control y un
ataque posicional con la pelota espectaculares, haciendo que el Sevilla
pareciese mucho menos de lo que realmente es, con combinaciones precisas, sin
prisas en la definición, circulando la pelota y buscando el momento oportuno
para hacer daño, con dos golazos de Messi y Neymar. Pero a partir de entonces
el Barça lo vio demasiado fácil y se relajó y el Sevilla empezó a entrar en el
partido, sobre todo animado por la cantada de Bravo, que los mete de lleno en
el partido, un fallo inexplicable y que hizo que el resto de partido de Bravo
fuese lamentable, sin ninguna sensación de seguridad y medio desquiciado,
fallando en lo que mejor acostumbra a hacer, los pases. Si le sumamos que tenía
a Mathieu al lado para sacar los balones, que todo eran pedradas, que hacían
que el Barça perdiese el ritmo. Todo lo que brillaron los medios dando paredes,
jugando rápido y asistiendo perfectamente y encontrando a Messi entre líneas,
se convirtió en un partido de ida y vuelta de repente debido a la imprecisión a
la hora de salir con la pelota. Aun así el Barça tuvo la oportunidad de matar
el partido, pero primero Messi, luego Neymar y sobretodo Suárez, erraron
ocasiones que no se pueden fallar y le dieron alas al Sevilla. Tampoco ayudó
luego la decisión de Lucho de sacar a Xavi para tener más la pelota, porque tal
y como estaba ya el partido, se necesitaba más a Mascherano que no a Xavi, al
que le ridiculizaron en un par de jugadas sacándole varios metros en las
carreras y corriendo como pollo sin cabeza. Entiendo por otra parte que lo
sacara por Neymar, por mucho que le hayan matado por ello, cuando en la radio
pedían a Xavi a gritos. Pero claro, los análisis con el resultado en la mano
son muy crueles e injustos. Criticaron que quitara a Neymar, porque a
continuación empató el Sevilla y tuvo que sacar a Pedro para corregir el
equipo, pero claro antes del gol es lo que pedían, porque el Barça había
perdido el control. Entiendo que sacara a Neymar también en lugar de a Suárez,
porque Neymar en cuanto marcó el gol empezó a sestear y a esperar que le diesen
el gol cantado, mientras que a Suárez, a pesar de estar muy desacertado, se le
veía que en todo momento mordía en el
campo y buscaba las jugadas y aguantaba el balón. Pero bueno, yo habría sacado
a Masche y dado consistencia al medio con los dos interiores un poco más
adelantados. Aun así, a pesar del error en los cambios, el Barça tampoco estaba
pasando excesivos apuros, pero vino la cagada de Piqué, que se la tuvo que
jugar ya que el que salió, se supone que a amasar el balón y a matar el
partido, se escondía entre líneas y no ayudaba a los centrales, Piqué arriesgó
más de la cuenta y todos sabemos ya el resultado, Mathieu incapaz de entender
que tiene que cortar la jugada de raíz en lugar de mirar a ver qué hace Aleix Vidal,
en lugar de barrer para cortar el pase, le pasa entre las piernas, los dos
laterales fuera de posición al estar saliendo y llegar la pérdida y Bravo
incapaz de ver que lo único que podía pasar era aquel pase. Un empate que llegó
demasiado tarde para reaccionar y que hizo que el Sevilla diese todo lo que le
quedaba dentro para aguantar el empate, incluso derribando en cada ocasión a
Messi, por lo civil o criminal y con el árbitro permitiéndolo. Mira que es un
buen árbitro, para mí de lo mejorcito que hay en la categoría, pero en cuanto
el Sevilla empezó a apretar de verdad, sólo le faltó subir a rematar los córneres.
El
partido tiene dos lecturas, el de los primeros 35 minutos, que hace ser
optimista a cualquiera y que te hace pensar que el Barça puede ganar a quien
sea y dónde sea y los últimos 30 minutos que te hacen pensar que se puede dejar
la liga en cualquier momento.
La misma
lectura se puede hacer individualmente de los jugadores. Los dos interiores,
hicieron un partido fantástico mientras
fueron protagonistas, mientras amasaron el balón e incluso se atrevieron a
hacer paredes muy peligrosas al borde del área. Pero tras el ida y vuelta, se convirtieron
en totalmente intrascendentes en el partido y corrieron como pollo sin cabeza.
Los más
regulares en general, para mi gusto, fueron Busquets, Messi y Alves. El catalán
no tuvo errores en todo el partido, controló muy bien las jugadas de balones a
Iborra y combinó muy bien con los dos interiores y con Messi, tuvo una
participación clara en la creación, sobretodo en la primera parte, luego se
dedicó a cortar balones y ayudar a sus compañeros y lo hizo con bastante
acierto todo el partido, no tiene la culpa de ninguno de los dos goles. En el
caso del argentino, empezó genial el partido, siendo el máximo peligro de su
equipo y sembrando el pánico en el Pizjuán. Luego desapareció durante los
últimos diez minutos de la primera parte, cuando el Sevilla se hizo con el
partido y los compañeros eran incapaces de nutrirle de balones, luego volvió a
coger el toro por los cuernos y generó todo el peligro en la segunda parte,
incluso cuando empató el Sevilla fue el único que se le vio algo para poder
generar jugadas de cara a marcar el tercero, pero claro, ya le habían cortado
la pata del extremo zurdo y ya no tenía la opción de asistir al segundo palo.
Partido más que aceptable y que no se escondió en ningún momento, ni cuando le
empezaron a derribar por lo civil y lo criminal.
Luego
Alves, que hizo el mejor partido probablemente de la temporada, muy intenso,
cerrando fantásticamente bien su banda y recuperando muchos balones, dando buenos
pases y participando en la creación, asociándose bien con los de su banda.
Partido muy completo y que tampoco tiene culpa alguna en los goles.
El
resto de la delantera fue de más a mucho menos, por diferentes motivos. Suárez
se fue desquiciando en el partido a medida que iba fallando ocasiones, es
justo, ya que he acusado a Piqué y sobre todo a Bravo, decir que sus fallos
también condenaron al Barça, porque fueron clamorosos, a pesar de aportar mucho
trabajo, brega con los centrales y aguantar el balón cuando el equipo intentaba
salir a las contras, al final es un nueve y se le tiene que exigir que no esté
tan desacertado como estuvo.
El caso
de Neymar fue más flagrante, porque tras marcar el gol ya se dedicó a tocarse
los cojones por el campo, a no ayudar a sus compañeros, a no trabajar en defensa y a deambular en el campo esperando
que Messi le diese otro golito. A mí ya me está empezando a tocar los huevos,
su numerito cada vez que lo cambian. Si te cambian es por algo, a lo mejor si
corriese un poco más y no se perdiese en piques con sus defensores, si ayudara
en la salida de la pelota y a su lateral cuando le suben en superioridad, a lo
mejor no le cambiarían tanto. Un poco más de humildad y de pensar más en el
compañero y, si te cambian, pues pensar que a lo mejor no has hecho algo de lo
que tienes que hacer e intentar ver el porqué de dicho cambio.
Piqué
hizo un partido más que aceptable pese a su flagrante error, estaba siendo
decisivo en la salida de pelota, en la defensa de coberturas, sobre todo las
lagunas de Mathieu y siendo inexpugnable por arriba, por un error no podemos
tirar todo el partido que hizo a la basura. Está en un nivel muy aceptable de
juego y prefiero que falle un día así por probar cosas, que no que deje de ser
el central que todos queremos por falta de confianza, esperemos que este error
no le afecte de cara al futuro.
Y
bueno, que decir de Mathieu, el pata de madera que no da un pase bien a
derechas, que es el mejor atacante del rival, dando pedradas a sus compañeros
que se convierten en recuperaciones del rival en zonas muy peligrosas, además
nunca está bien colocado y no tiene la experiencia de un central. La jugada del
gol por ejemplo, el tío va siguiendo el balón y ni se entera que Aleix Vidal le
está ganando la espalda. Esto a un central de verdad no le pasa, porque un
central de verdad, cuando ve la pérdida ya mira a su alrededor por dónde puede
llegar el peligro, Mathieu en cambio se quedó embobado mirando el balón. No
entiendo por qué no jugó Mascherano este partido la verdad.
Alba
hizo un partido también de más a menos, la primera parte aportó mucho por la
banda, en la segunda también subió bastante, pero no tuvo la claridad de la
primera mitad, en el gol no puede hacer nada porque el error en el pase hace
que los dos laterales estén saliendo y le hace imposible llegar a tapar su
lateral.
En fin,
partido para pasar página y quedarse con lo que pasó en la primera parte, lo
muy positivo que se produjo y que tiene que ser la línea a seguir, a ver si
salen así en París, sería fantástico poder aprovechar las numerosas bajas del
equipo francés para poder conseguir un partido plácido en la vuelta.
Para terminar, comunicar que esta semana que viene
el chiringuito estará cerrado por vacaciones, espero a la vuelta poder hablar
de un Barça con pie y medio en semis y con la liga mejor encarada que ahora.
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