Estamos
llegando a la parte más emocionante de la temporada, donde se deciden los
títulos, el Barça en una semana puede pasar de aspirar al triplete a perderlo
todo y optar sólo al chupito del rey. Es así de injusto todo, que conste que yo
soy bastante optimista al respecto, el equipo ya está en una final, tiene muy
bien la liga y se lo va a jugar en champions en una semi apasionante. ¿Por qué
lo tiene muy bien en liga? Pues porqué le quedan dos partidos en casa y uno
fuera, los que tiene en casa muy asequibles y el que tiene fuera pueden pasar
dos cosas que le pueden favorecer. El rival es el Atleti y está 4 puntos por
encima del Valencia, el equipo ché juega esta semana en el bernabeu, si el Madrid
gana, el Atleti ganando se pone a 7 puntos faltando dos jornadas, por lo tanto
matemáticamente tercero, si no gana el Madrid, el Barça ganando se pone a 4 o 5
puntos del Madrid y se puede permitir pinchar en el Calderón.
En
cuanto a la champions es lo mínimo que se le tiene que exigir a un equipo como
el Barça, que llegue a semis, luego a partir de semis están los mejores equipos
en teoría y se decide todo por pequeños detalles, la línea es tan delgada que
en cualquier mínimo detalle se pasa al fracaso en un instante, no se puede
exigir a este nivel que el equipo gane fácil y pase a la final y la gane fácil
también. En copa del rey pues jugando en casa y ante un Athletic que es muy
intenso pero que sale al ataque y deja espacios atrás, no deberían tener
demasiados problemas.
Pero al
final se llega a dónde todos los aficionados deberíamos exigir a nuestro
equipo, pelear los títulos hasta el final, que jueguen bien al futbol y que se
lo dejen todo en el campo. Esta premisa en el caso del Barça se cumple. El
entrenador ha hecho un gran trabajo en la gestión del grupo, por mucho que
muchos se lo quisieran cargar en navidades por una derrota, de forma absurda,
todos estos que se esconden ahora debajo de las piedras o que sacan pecho y le
lamen el culo y le alaban ahora. Pero esos, si la moneda sale cruz y se pierde,
serán los primeros en volver a salir a pedir la cabeza del entrenador. Para mí
la temporada de Lucho es de sobresaliente y lo digo ahora se gane o se pierda,
un entrenador que llega tras un año en blanco, con muchas incorporaciones y en
el ocaso de algunos jugadores, con una estrella rota el año anterior, consigue
a base de rotaciones y de trabajo que el equipo se acople, que jueguen un
futbol más que aceptable y que lleguen al tramo final muy enchufados y todos
sanos. Es la diferencia cuando tienes un equipo técnico que trae novedades
tecnológicas aplicadas al deporte y un seguimiento constante de la evolución
todo el año, a diferencia abismal del que estaba el año pasado, que no quiero
ni nombrar y que se dedicaba a entrenar con métodos de la prehistoria y sin
ninguna aportación táctica más que poner a los que más cobran y más nombre
tienen y que se busquen la vida. Un Lucho que ha vuelto a introducir el
concepto de la estrategia a balón parado y que ha dado un paso más en el tema
táctico con el equipo, formando un equipo que está cómodo con el balón, pero
que en momentos que es dominado puede ser letal con más verticalidad. Un balón
parado que ha dado muchos puntos pero que sobretodo ha aportado una seguridad
defensiva en dichas jugadas al equipo. Es inevitable encajar algún gol en esta
faceta del juego durante la temporada, pero por lo menos, el aficionado no
tiene pánico al balón parado como en los años anteriores. Le ha dotado también
de una seguridad defensiva que no tenía en los últimos años y que le hace ser
uno de los equipos con menos goles encajados durante la temporada, algo difícil
para un equipo que arriesga tanto la pelota. Además ha demostrado ser un
técnico que se fija en el rival y que luego actúa en consecuencia a la hora de
escoger los mejores jugadores para aquel partido o el sistema a utilizar, algo
que no se veía desde la época de Pep y que se echaba mucho en falta, respecto a
otros entrenadores que ponían los once y a ver que salía.
Lo más importante
que ha aportado es una fiabilidad al equipo que hace al aficionado estar
confiado y seguro de la victoria de su equipo, una seguridad de que tienen
muchas opciones de conseguir la victoria, pero sobretodo que van a ir a por
ella. Las comparaciones son odiosas, pero el año pasado, por estas fechas, el
Barça regaló la liga en casa ante el Getafe y en campo del Elche, aunque el
Atleti se empeñara en regalársela, hasta el último partido. Este año con muchos
cambios en el once, rotando jugadores, se ha goleado al Getafe y se ganó este
sábado con mucha fiabilidad en un campo como el del Córdoba, con el césped alto
y seco, jugando a las 16 horas con un sol de justicia y a más de 20 grados, con
un equipo local que se jugaba la última bala para salvarse. También hay que ver
que hace un par de años o el anterior, la afición le hubiese entrado el pánico
por jugar ante el Bayern, ahora la gente ha cogido esta eliminatoria con mucho
más optimismo y confiada en sus posibilidades.
Para
mí, haga lo que haga esta semana y la que viene, este equipo y este entrenador
merecen un notable alto al rendimiento general de toda la temporada, si ganan
los títulos evidentemente será de matrícula de honor, pero no porque se pierdan
(que falta que pase, con este Messi todo es posible) va a ser de aprobado justo
o de suspenso. Para los junta letras de la prensa blaugrana, evidentemente que
será un suspenso si se pierde, en cambio si se gana, se van a intentar subir al
autobús de la rúa y todo. Para los junta letras de la caverna, si se pierde van
a encender el ventilador de mierda y si se gana pues será culpa del árbitro o
los rivales se habrán dejado ganar. Por desgracia son los entornos deportivos
que tenemos en este país. Si por mí fuese, Lucho ya tendría la renovación
firmada hace tiempo, pero claro, este año hay elecciones en can Barça. Si se
gana a ver quién es el guapo que se presenta a las elecciones queriéndose
cargar al entrenador del triplete o del doblete. Si se pierde pues todos
vendrán con la carta entrenador ya que fichar no se puede.
Además,
viendo el presidente actual, es difícil saber que va a pasar, porque, como demostró
ayer en una entrevista a Esports3, la televisión de deportes de Catalunya, este
personaje demostró una vez más que no se entera de nada, que se baja los
pantalones frente a los poderes establecidos y que sólo está a la espera de un
salvador triplete para tener mínimas opciones de ganar las elecciones, que ni aun
así debería optar a nada tras ser una de las peores juntas de toda la historia
del club, haciendo las cosas horriblemente mal, siendo sancionados sin poder
fichar y llevando al club a los banquillos de acusados de los juzgados,
acusados de defraudar impuestos, patrocinados por una dictadura, siendo
vilipendiados por las instituciones europeas y nacionales. Ridículo total. Ayer
le preguntaban por las entradas de la copa, que siempre tienen más los del Atlethic
y no tuvo cojones de garantizar nada, encima sólo le faltó decir que los socios
del Barça son unos pardillos y que los vascos se les adelantan siempre, cuando
la realidad es que Villar hace y deshace. Le preguntaron por la nueva y
ridícula camiseta, que parece más de rugby que de futbol y dio a entender que
es que Nike había decidido este modelo, como si por pagar ya no tuviese el club
ningún poder de decisión. Le preguntaron por la sanción y por su imputación y
sigue defendiendo que ellos no hicieron nada mal. La verdad, no entiendo cómo
sigue yendo por los platós, si cada vez que habla hace el ridículo, no he visto
muchas personas más que digan menos que él hablando mucho, ni se moja ni dice
nada, no sabe ni cuándo serán las elecciones. Es una vergüenza la verdad. Lo
único que dijo de verdad es que están acelerando para hacer antes de acabar la
temporada, las cosas que tenían previstas para el año que viene, es decir,
colocar a todos sus amiguetes, negociar todos los acuerdos para que los que
entren se queden atados de pies y manos y no puedan hacer nada. Qué vergüenza
de presidente y de junta directiva. Encima habló de la organización que decide
los fichajes y madre mía, un Braida que llevaba años destrozando al Milán, un
Reixach que lleva años chupando del Barça sin dar palo al agua y una comisión
de directivos que no saben que un balón es esférico. Esperemos que no firmen
nada que luego el que venga se tenga que arrepentir.
Del partido
en sí, tuvo muy poca historia la verdad. El Córdoba aguantó todo lo que pudo
pero se veía que era cuestión de tiempo que llegara el gol y cuando se
produjese que llegarían más. No esperaba 8 goles, pero si una goleada abultada.
Es difícil hacer un análisis individualizado de los jugadores cuando el partido
tuvo tan poca historia. Los defensas y el portero, por ejemplo, no tuvieron
trabajo, destacaron más los laterales por sus subidas y asistencias y Piqué por
el gol, que por lo que pasó en defensa, un partido muy plácido, fue tan plácido
que hasta Mathieu pasó desapercibido.
Los
centrocampistas no estuvieron nada exigidos ni presionados y dirigieron a su
antojo, les bastó una parte y un cuarto de hora de la segunda y fueron
sustituidos. Golazo de Rakitic y muy buena asistencia de Iniesta en el primer
gol de Suárez.
Los
delanteros se dieron un festín, especialmente Suárez, que en cuanto ha superado
la ansiedad por el gol, le caen los goles de los bolsillos, el octavo por
ejemplo, en su primera etapa, le habría botado mal, la hubiese metido al palo o
fuera de la portería, pero ahora está de dulce. Esperemos que siga así porque
ante el Bayern lo necesitaremos. En el caso de Neymar estuvo muy desacertado en
el gol, pero lo importante es que las tuvo, el gol un día llega el otro no, lo
importante es que estuvo en el momento y el lugar adecuados, fallar o no, eso
ya va a días. Lo más importante para mí es que no se mostró egoísta y no se
puso tozudo con el gol y sin mirar a sus compañeros como acostumbra, jugó para
el equipo e hizo un buen trabajo.
Por
último Messi hizo un partido fantástico, como siempre, pero lo más destacable
fue el gesto de dejarle el penalti a Neymar, cuando siendo la estrella del
equipo no lo necesitaba y nadie le hubiese dicho nada, peleando por el
pichichi, que lo hubiese tirado él. Pero es la evolución natural de este
jugador, que está madurando y además de interesarse más por la creación y las
asistencias, ha perdido la obsesión por el gol. Las comparaciones son odiosas,
cuando en la jornada anterior vemos a la vedette madridista cabrearse con
Arbeloa porque marcó el gol y se lo quitó de los pies. Sus defensores dirán que
si es ambicioso y tal y cual, no creo que haya nadie más ambicioso en el futbol
que Messi, pero la diferencia es que Messi sabe que forma parte de un equipo,
mientras que el otro piensa que es la diva del espectáculo y que le tienen que
dar pastados los goles. Por eso uno es el mejor de la historia y el otro no
está ni entre los 25 mejores.
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