Es el grito que se
escuchaba el domingo pasado en el Camp Nou cuando el Barça estaba ganando ya
sobrado el partido contra el segundo clasificado. Era un grito mayoritario de
la gente que está encantada con lo que está pasando con el rival directo del
Barça. Ya no es por un tema deportivo, que para mí sí lo es, sino por un tema
de imagen y de caer en picado la afinidad de la gente con este equipo. Es la
diferencia de cuando uno y otro equipo juega fuera de casa, no hay color en el
trato a uno y otro equipo ni la agresividad de las aficiones sobre el equipo
rival. Esto es algo que ha generado Mourinho desde el primer día que ha llegado
provocando crispaciones y conflictos allá donde ha ido y por donde ha hablado.
Porque además ya no es todo lo que ha liado con su club, es cómo se ha metido
con el clan español, que es el que podría generar un poco de afinidad con otras
aficiones como se ve con jugadores españoles del Barça, que salen aplaudidos en
los campos. Pero bueno, es un tema que a mí personalmente no me importa
demasiado, a mi no me perjudica ni me beneficia que el Madrid sea un equipo más
odiado o menos. A mi lo que me interesa es el tema deportivo, del que
casualmente menos se habla y menos se hace autocrítica.
Ya se vio el otro
día contra el Celta, que el Madrid hizo el ridículo y de estar acertado el
delantero asiático del Celta hubiese podido salir goleado, entrevistan al final
a Arbeloa y su conclusión del partido es que merecieron ganar y que el Celta
les marcó dos goles en ocasión y media que tuvo. Luego Mourinho en rueda de
prensa dijo algo parecido. La conclusión es que vieron otro partido, porque el 2-0
era lo más justo tal y como fue el partido.
Pero claro, como
siempre sale en rueda de prensa a señalar a según qué jugadores, para que no se
hable de lo que pasó en el campo y del juego del equipo. Para que la prensa
tenga carnaza para especular y empezar a buscar culpables menos la suya. Porque
él, por mucho que diga que tiene la máxima responsabilidad por ser el
entrenador, nunca la tiene la culpa, nunca explica el porqué futbolísticamente
hablando de lo que ha pasado, siempre es porque un jugador no lo da todo,
porque un árbitro la caga, por mil cosas, pero sus sistemas de juego nunca se
pueden cuestionar, él nunca se equivoca.
Contra el español
se vio una vez más que en cuanto un equipo se encierra atrás y le cede la
iniciativa las pasan canutas, se parte el equipo y dejan muchos espacios
detrás. El equipo perico, con sólo un punta, tuvo varias ocasiones claras de
gol por errores defensivos y ofensivos. Porque es lo que tiene cuando pones a
peones que corren y que luego son técnicamente más limitados, que de un error en
un control o un mal pase, de los teóricamente fáciles, acaba en un pase al
espacio de Verdú a Sergio García que entre los dos centrales marca. Es el
problema que tiene el Madrid, que juega a lo mismo. Pero habitualmente con la
pegada lo solucionan. Con la pegada y alguna ayudita arbitral.
Lo de Lahoz
empieza a ser analizable al detalle porque yo no veo muy normal que un árbitro
ves otros partidos y luego ves el Madrid y que tenga una forma de pitar tan
diferente. Pero ya no es el criterio, ni lo que pita. Es el buen rollito que
tiene con el Madrid que se le empieza a ver el plumero. Ya lo advertí en el
clásico que ha pitado, que en el calentamiento todo fueron abrazos y sonrisas
con el coro merengue y que luego se retiró al vestuario y pasó por delante del
coro blaugrana y ni les miró. El otro día ya empezó el partido con sonrisitas y
bromitas y abrazos con Cristiano, luego durante el partido el otro le volvió a
abrazar, le protestaron un montón de veces y varias le mandaron a paseo con el
típico gesto con el brazo, pero iba y les amenazaba verbalmente y se cagaba
encima. En el último partido que ha pitado al Barça no estuvo tan amable con
Busquets no, que le pidió una tarjeta por una entrada de un rival y se la sacó
a él en seguida. Cuando llevaba bastantes minutos siendo silbado por su
permisividad.
Como el propio
Mourinho, que hizo una vez más el energúmeno por la banda, incluso llegó a
decirle (se vio en la tele durante el partido, pero claro los que tanto les
gusta leer labios no les interesó) al cuarto, que la amarilla a Cristiano
(clarísima por cierto), se la sacaba por su pasaporte. Y no pasó absolutamente
nada. En el año en que se ha expulsado a un montón de entrenadores por pedir
una falta, decir que otra no lo sea, cualquier chorrada, ser expulsados por “protestar
una decisión del colegiado” y caerles dos partidos de sanción. Pero no pasa
nada. Como no pasa nada por cargarte todo el trabajo de un equipo y en el
descuento dar un gol válido a Cristiano (al que demostró querer mucho), cuando
casi le arranca la cabeza al defensa cuando va a despejar. En una liga en la
que a la mínima que levantas un poco la plancha ya te pitan juego peligroso,
Cristiano puede marcar levantando la plancha a la altura del pecho del rival,
que al agacharse a despejar era la cabeza del rival. Pero como siempre en el bernabeu
se mira hacia otro lado. Como se amonesta a uno del español por un leve agarrón
de camiseta a Cristiano y luego en el córner siguiente, Cristiano agarra por la
camiseta y le hace una llave de judo casi al defensa y lo tira, pitando sólo la
falta. Como Ramos, apercibido de sanción, salta con el codo por delante en la
última acción del duelo, que casi le arranca la cabeza al defensa, pero que se
queda en córner a favor del Madrid. Criterio totalmente diferenciado, como
siempre.
Como en el mismo
Camp Nou, por parte de Pérez-Lasa. Que no pudo hacer ya nada más para que el Atlético
ganara en el Camp Nou. El árbitro que ya la lió el año pasado en un partido
contra el Atlético y en otras tantas ocasiones, se pasó toda la primera parte
permitiendo un acoso y derribo cada vez que el Barça intentaba trenzar algo de
juego, alguna pared, algún desmarque, algún regate y desequilibrio de la
defensa colchonera. Pitando sólo falta, e incluso en algunas ocasiones ni esto.
Que Messi busca una pared pues obstrucción de Mario estando ya fuera de la
jugada, que Messi inicia un slalom con la defensa descolocada, derribo por
detrás y sólo falta. Que hay una falta a favor del Atlético en la banda y le
cae a los pies de otro jugador la pelota a 7-8 metros de donde ha sido la falta
y saca rápido, pues a dejar seguir a ver si pueden marcar. Suerte que Falcao la
falló en aquel caso. Es curioso como la semana pasada el Valladolid saca una
falta de su sitio y se quedaba Bueno sólo ante Casillas y detiene la jugada
para decirle a Pepe que deje de protestar, en cambio en esta jugada sacada muy
apartada de donde es la falta, como era mano a mano de Falcao con Valdés se
deja seguir. Y luego se quejan los otros del árbitro, surrealista. Arbitraje
bastante lamentable, que por suerte no influyó en el marcador, porque hubo
también un penalti muy claro a Puyol, que sale disparado en un remate, hay otro
sobre Piqué en la jugada del gol de Busquets, pero como se ganó 4-1 pues al
final no pasa nada.
Pero lo más penoso
de todo es cómo en este país se aplaude la mediocridad y se va contra el buen
futbol, porque los que han optado por jugar al contragolpe sean los dos equipos
de Madrid. Si el juego que hace el Barça, lo hace el Madrid, ya hace años que
tendríamos que habernos marchados los culés de este país porque darían un asco
tremendo. Bueno, algo parecido a lo que hacen con la roja pero multiplicado por
tres. Ahora en cambio, como lo hace el Barça, hay otras formas de jugar, la
liga es aburrida, el futbol del Barça es aburrido, etc. Ahora se aplaude la
mediocridad de dar más mérito a un equipo que está con once tíos defendiendo en
su campo, que aplaudir la ambición y el intento de hacer buen juego, a pesar
del autobús colocado enfrente, de equipos que les gusta jugar ofensivamente.
Porque nos chupamos toda la primera parte (y todos los partidos en los que el
rival del Barça se encierra atrás y los culés no consiguen marcar pronto y se
complica el partido) loando el gran trabajo del Atlético, que si estaban
jugando fenomenal, que si estaban tan bien colocados, que si que bien
defendían, que merecían irse al descanso ganando y que si el Barça estaba tan
desconocido y jugaba tan mal. Este país con este tema son de coña macho.
Resulta que se
aplaude al equipo que jugaba con dos líneas de cuatro delante de su área, con
uno de los delanteros en la parte de la media luna de su campo defendiendo por
delante de estas dos líneas y al otro delantero en su propio campo también defendiendo
y siendo el único que pasaba del medio campo para intentar rematar. Se aplaude
a un equipo que tuvo menos de un 30% de posesión y que tuvo tres ocasiones, una
de un córner, otra de una falta mal sacada pero que es un pase al espacio desde
su propio campo y con un único delantero corriendo la pelota y la jugada del
gol que es un robo de uno de los delanteros en la media luna y la pasa al hueco
para el otro delantero, el único que pasa de su propio campo. El equipo que iba
6 puntos abajo en liga, que tenía que ofrecer algo más, intentar recortar
puntos al líder, que mete el autobús, resulta que se habla de primera parte
casi perfecta por tres ocasiones aisladas de gol. ¡Vaya análisis si señor!!
En cambio el
Barça, que tras el empate del Madrid le podía ir bien un empate contra el
segundo clasificado, que jugó a intentar ganar, jugando casi todos en campo
contrario (dos de las tres jugadas colchoneras, hay tres jugadores defendiendo
en el campo del Barça y uno es el mediocentro), siendo el único que asume un
riesgo para ofrecer algo al espectador. Pues resulta que en este país se
aplaude al que no arriesga y se queda en su cueva esperando una oportunidad. Es
ridículo la verdad.
Luego sale Simeone
y dice que la liga es aburrida. Como no va a ser aburrida si ves que los dos
equipos que están persiguiendo al líder, con los presupuestos que tienen, optan
por encerrarse atrás y aprovechar la calidad de sus jugadores de arriba, porque
tienen más dinero para comprarlos que otros equipos que juegan mucho mejor a
futbol, que no tienen dinero para comprar esta pegada. Como no va a ser
aburrida si te vienen los equipos de arriba a jugar a tu casa y se encierran
atrás con once tíos en su campo. Los partidos que teóricamente tienen que ser
más atractivos. Igual que el derbi que jugaron hace poco que fue un bodrio de
partido. Si los equipos con más presupuesto, optan por la mediocridad, ¿cómo no
va a ser aburrida esta liga?? Pero claro, luego en cambio para los “analistas”
el equipo que sin necesidad de hacerlo, intenta jugar a futbol, mientras que
los otros renuncian, es el que peor hablan y alaban el orden y la defensa de
los otros porque el Barça no está pudiendo marcar. Es vergonzoso la verdad. Lo
fuerte de todo es que los que se quejan son ellos, los que optan por la
mediocridad defensiva pudiendo jugar a otra cosa y con jugadores para hacerlo.
Pero es lo que pasa cuando sólo interesa ganar por encima de todo, que cuando
los resultados no acompañan se montan crisis y cismas lamentables.
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