Este
fin de semana hemos visto, por suerte para el futbol, lo que pasa con los
equipos resultadistas que con presupuestos multimillonarios deciden escoger un
estilo de juego arcaico y aprovechar sus millones fichando a lo mejorcito
(bueno casi, lo mejorcito está en otro equipo por suerte) para decidir en
jugadas individuales y casi siempre al contragolpe. Cuando este tipo de equipos
juegan a nada, a esperar el error de los equipos inferiores a ellos con la ley
del mínimo esfuerzo y mucho más con los que son de su nivel por miedo. Luego
pasa lo que hemos visto los dos últimos días, que se produce una “guerra civil”
en el entorno, entre los oportunistas que esperan agazapados a que el equipo
pinche para decir que ya lo habían pronosticado, contra los fanáticos ultra que
defienden lo indefendible. Mientras el equipo ha ido ganando, el entrenador se
ha defendido de su táctica cobarde sacando números de pocos goles encajados, de
ocasiones de gol y disparos a favor (sin pararse a analizar el cómo se han
producido) y de puestos en la clasificación. Pero claro amigo, cuando el
resultado no acompaña, detrás no hay nada para poder escudarte y poner unos
cimientos de futuro, entonces aparecen los que empiezan a enchufar el
ventilador de mierda y empiezan a sacar interioridades del vestuario y
confesiones íntimas de los jugadores para apagar el fuego con gasolina. Ahora
todos lo veían venir, todos saben el mal que tiene el equipo, todos detectan
los errores, pero luego son los mismos que van a ruedas de prensa y les
preguntan por todo tipo de burradas que nada tienen que ver con el futbol,
tanto en rueda de prensa como a los jugadores, con cero autocrítica. Los
aficionados son iguales, llevan años que igual se pasan el partido silbando al
equipo y luego si se gana aplauden a rabiar al final del partido. Realmente
tienen lo que merecen, tienen la cultura de que ganar lo es todo y luego cuando
no se gana, meterían una bomba en medio del Bernabéu, pero si se gana pues pasa
lo que pasó hace dos años con la décima, que ganaron en el descuento de churro
y luego lo acompañaron de dos tres copitas más y lo convirtieron en una de las
mejores temporadas de su historia. Aunque al final de temporada tras perder la
liga de forma ridícula, sin ni competirla, querían echar a medio equipo y al
entrenador, pero claro, entró la pelotita en el 94 de partido y todo cambió.
Luego pasa lo que pasa, pan para hoy hambre para mañana y ahora están pasando
hambre con Benítez. Un entrenador que no ha engañado a nadie, todo el mundo
sabe cómo han jugado siempre sus equipos, ¿que esperaban? ¿que de repente se
convirtiese en un Cruyff o un Pep Guardiola?
En el
Barça es parecido lo que entre la pelotita en cuanto a la exigencia a los
directivos, porque lo del juego es más o menos innegociable, siempre se tiene
que intentar jugar al estilo acostumbrado y aunque se gane se exige que se
juegue muy bien al futbol, lo hemos visto en estos partidos post lesión de
Messi, que pese a ganar todo eran críticas sin tener en cuenta los atenuantes
que se estaban produciendo en la temporada, siempre apuntando al entrenador y
no a la directiva que son los principales culpables de lo que está pasando
últimamente. Sólo hay que ver el tema del parón de selecciones. En este parón
se juegan algo los equipos suramericanos y los que juegan repesca, ya está bien
que luego encima los del Barça sean los tontos de siempre, esto es culpa del
poco respeto que se le tiene al club desde que lo dirige la gentuza que lo está
dirigiendo, que contratan a un exministro de deportes para corregir estas cosas
y resulta que este personaje por lo que se ve lo único que hace es ir de gorra
a los partidos, pegarse viajes a costa del club y comilonas, porque trabajar lo
que se dice trabajar, se ven cero resultados, igual que el nuevo abogado
contratado especializado en derecho deportivo. Lo del “señor” Solé, que en dos
amistosos, tenemos que ver como el marqués convoca a cinco jugadores del Barça
para dos partidos amistosos, por mucha Inglaterra y Bélgica que sean, ¿si no
prueba jugadores ahora, cuando coño lo va a hacer? De esto también tienen parte
de culpa los jugadores por pardillos, porque Ramos bien que se ha borrado por
la excusa de siempre del hombro, como ya hizo en el otro parón. Si es bueno
para jugar infiltrado con su equipo, es bueno para ir a la selección cuando le
convocan, ahora no sólo va a estar descansadito para el clásico, sino que
encima va a tener que jugar en su sitio uno del Barça. ¿Por qué no coge el
puñetero Soler el teléfono y le llama al marqués para ver si recapacita un poco
ya que a él mismo la cabeza no le da para más? El marqués se pasa la vida de
campo en campo, ¿no ve que por las circunstancias que vive el Barça hay
jugadores que lo están jugando todo? ¿Tan cortito es que tiene que convocarlos
a todos? Es vergonzoso.
Como
vergonzoso es que sancionen a Mascherano, que haya un defecto de forma y que el
club agache la cabeza y acepte la sanción sin ejercer su derecho a recurrir
dicha sanción. Luego ves que el Villareal, con 50 veces menos presupuesto, consigue
recurriendo el acta por un defecto de forma, que su delantero centro estrella
pueda jugar en el Camp Nou. Que un club tan pequeño consiga esto y que un club
como el Barça, con todo el equipo jurídico que chupa del bote, más abogado
nuevo incluido, no tenga los santos cojones de mover un dedo para aunque sea
quitarle un partido a Mascherano, roza la vergüenza ajena.
El
Barça por su parte en cuanto al juego parece que ha superado una fase bastante
mala de juego colectivo y sobre todo de fragilidad defensiva. Al Barça le está
pasando por una parte algo malo, que es que el equipo no puede rotar y se están
rompiendo jugadores cada dos por tres, pero que tiene la parte positiva que
como sólo pueden jugar los mismos siempre pues el equipo va cuajando y
jugadores que no son de rendimiento inmediato poco a poco han podido ganar en
confianza y mejoran el juego colectivo.
Ya en
Getafe el equipo jugó un muy buen partido en cuanto a lo que se le pide al
Barça, lo que pasa es que entonces el rival no era muy difícil como para
calibrar el juego real de este equipo. En el caso del pasado domingo, si
podemos decir que era un muy buen rival y una muy buena piedra de toque, porque
el Villareal es un equipo que tiene muy interiorizadas las dos facetas del
juego, la de juego de combinación en corto, salida desde atrás con el balón
jugado y generar ocasiones a partir del juego de asociación y presión alta post
pérdida y luego tiene también la faceta del contragolpe y un orden defensivo
muy asociativo y con muchas ayudas, normalmente lo utiliza más en partidos
fuera de casa, donde prioriza una mayor solidez a una alegría ofensiva. Así
pues, el Barça tenía el examen de ser sólido con la pelota y luego intentar
quitársela a un rival que la cuida muy bien y no salieron nada mal del envite.
En la primera parte fue un partido muy igualado en el que ambos tuvieron pocas,
pero claras oportunidades de gol y en la segunda ya fue más del Barça, tanto en
el control de juego como en las zonas en las que se jugó el partido. Y como en
muchos partidos, que luego no se le reconoce lo suficiente, el partido no lo
rompió Neymar, Suárez o Iniesta, el partido lo rompió Busquets en una
recuperación muy arriba y asistencia fantástica de inmediato a Neymar, que
luego resolvió muy bien, pero que era prácticamente solo empujarla. Y van
varios partidos en los que Busquets rompe un partido que estaba encallado con
una recuperación y asistencia, pero claro, luego el que marca es otro y se
lleva los focos, no hay que ir muy lejos, el último partido en casa rompe todo
el entramado defensivo con un pase a Sandro que asiste a Suárez para el empate.
Busquets es el jugador que ha dado un paso adelante más evidente y se ha puesto
el medio campo a la espalda.
A
partir del primer gol ya se acabó el partido, porque el Villareal había salido
con trivote a aguantar las embestidas y poder romper en una contra con los tres
de arriba, personalmente no me gusta, ya que pienso que el equipo castellonense
tiene mucho más futbol del que demostró en el Camp Nou, pero como los años
anteriores esta fórmula ha puesto en muchos apuros al Barça pues Marcelino insiste
a ver si suena la flauta un día y coge un mal partido en la definición del
equipo culer, como pasó por ejemplo en Sevilla y en Vigo. Es cuando tiene que
prescindir de un medio centro para sacar a uno más de arriba cuando el Barça
sentencia con uno de los penaltis más claros de la historia del futbol, luego
Neymar en una contra con el Villareal volcado pone la guinda al pastel al
emular al vasco William por la mañana, que marcó un gol incluso mejor que el
brasileño.
En el
apartado individual es complicado destacar a nadie, porque todos estuvieron muy
bien, bueno todos menos Mathieu, que volvió a dar un recital de malos pases, de
comerse balones aéreos y de perder la posición, la mayoría del peligro del
rival vino por su zona, pero es lo acostumbrado cuando juega el paquete este.
Es algo surrealista ver que jugadores como Bailly costaron menos de 7 millones
al Villareal o que jugadores como Mustafi u Otamendi costasen menos de 10 al Valencia,
mientras que el Barça pagó 20 al Valencia y 19 al Arsenal por Vermaelen.
La
delantera rayó toda a un muy buen nivel y lo mejor que podemos decir es que
están jugando con una regularidad a la hora de definir los partidos que dice
mucho de ambos, porque Munir o Sandro cumplen pero no deciden, pero los dos
cracks que quedan arriba están aguantando la capacidad goleadora del equipo y
tienen pinta de marcarse una temporada como la pasada, pese a su mal arranque
cara a puerta. Está pasando como la otra vez que se lesionó Messi, que los de
arriba y el medio dieron un plus más y aguantaron pese a la importante baja del
argentino.
El
medio campo rindió a un nivel espléndido, Busquets en plan mariscal como en los
últimos partidos, Iniesta se pareció mucho al que todos esperamos y Sergi
Roberto poco a poco va metiendo más cemento y llegada al equipo. El rendimiento
que están teniendo, dan mucha moral de cara al clásico, en el que
presumiblemente se va a encastar Mascherano para solidificar el medio campo y
no sufrir tanto, con Iniesta y Sergi Roberto entrando más de segunda línea y
Masche y Busi manteniendo un poco más la posición para arreglar los agujeros
que puedan dejar las subidas de los laterales.
La defensa
en general también ha mejorado mucho desde el inicio de temporada, Piqué parece
que ha cogido ya la forma y los dos laterales fueron mucho más selectivos y
efectivos en el partido ante el Villareal, ambos sabían del peligro del rival y
resguardaron un poco más sus flancos, con intervenciones de ambos vitales en
las coberturas para que algunas jugadas no llegasen a mayores, sobretodo
tapando el agujero que deja el paquete francés cada vez que se equivoca. Bravo
también hizo un buen trabajo actuando cuando el equipo lo necesitó para no
encajar, en una muy buena salida en la mejor ocasión del Villareal y dando
mucha salida de pelota cuando el equipo groguet apretaba arriba.
Por
último comentar un poco el clásico. Yo más que el tópico de que es igual como
lleguen los equipos pienso que es muy importante salir muy bien al partido y no
cometer errores absurdos que te puedan costar jugadas de peligro o goles,
porque un gol anímicamente puede decidirlo todo. Ya lo vimos el año pasado que
el Barça se adelantó en el marcador y luego el Madrid empató y se vino arriba y
pudo golear y en la vuelta en el Camp Nou pasó al revés. También lo vimos en el
Pizjuán esta semana que un gol del Sevilla cambió totalmente el partido.
El
Barça tiene que salir con los cuatro en el medio y sin forzar la situación, el
que tiene la presión es el Madrid que es el que necesita lavar su imagen como
colectivo y ante su gente. El Barça haría muy bien en salir sólido y esperar
las debilidades y ansiedades del rival, un empate de cara al average general y
yendo tres puntos por delante sería bueno y una victoria podría dejar una bomba
dentro del bernabeu y todo su entorno muy buena de cara a próximos partidos.
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