Bueno, bienvenidos al blog de el filosofo. Este blog es específicamente de deportes y va a hablar de cualquier cosa que me parezca digno de comentar en el mundo del deporte. Esperemos que la gente que entre se comporte y se dedique a opinar y no a insultar ni nada por el estilo.



febrero 29, 2016

Cuando eres el mejor.



Anoche vivimos un nuevo espectáculo del mejor jugador de la historia del futbol, nunca antes nadie fue tan decisivo y regular durante tanto tiempo seguido. Pero lo mejor de Messi es que no se para, año tras año incorpora nuevas facetas a su juego que le hacen aún mejor y más desequilibrante. El argentino empezó siendo un jugador bestial en lo individual, hacía jugadas maradonianas en cada partido pero muchas de ellas al final no acababan en gol ni en algo útil para el equipo, llegó su evolución con el falso nueve, que pasó a destrozar defensas con sus llegadas al espacio y sus desequilibrios en el centro del campo cuando bajaba unos pocos metros a generar superioridades junto con sus compañeros de la medular y entraba en velocidad hasta la definición. Pero si por si esto no bastara, no sé si por él mismo o si por sugerencia de alguien, pasó a jugar más de diez que de nueve y pasó de buscar números individuales a mejorar el colectivo, a mejorar su precisión en los pases, a su visión y lectura de juego que ya tenía, le dotó de una precisión que le llevó a ser el mejor asistente de Europa. Ahora hace un par de años que se ha propuesto meter las faltas y su evolución y mejora es más que evidente, ya no es por los goles que está marcando, es por la sensación de peligro en cada falta que chuta, que suelen ir o a puerta o muy cerca de los palos. Ayer se vivió otro capítulo más de sus faltas inverosímiles, yo cuando vi la pelota colocada, pensaba que chutaría Neymar, era en su perfil y nada parecía indicar que Messi se sacaría el obús que el portero no vio hasta que la tuvo dentro de la portería. Un gol que además fue decisivo porque el partido estaba muy complicado y el equipo no veía por dónde meterle mano al Sevilla, gol que dio alas al Barça y se las cortó al Sevilla. Las comparaciones son odiosas, pero es surrealista que intenten comparar a Messi con la vedette madridista, hay una diferencia abismal entre uno que sabiendo que es el mejor aún tiene muchas cosas para mejorar, trabaja en los entrenamientos para ello, en comparación con el otro que se preocupará mucho por su cuerpo, será muy profesional en su forma de vida para mantenerse en forma, pero que lleva años estancado en su juego y cada vez aporta menos en lo colectivo y más en la definición. Cuando uno precisamente evoluciona desde el individualismo al colectivo, en cambio el otro se cree el mejor, desprecia a sus compañeros y cada vez se esconde más y solo intenta aprovecharse de las jugadas de su equipo para que le den el gol pastado. Es curioso como una falta, desde posiciones muy similares, en un partido que va 0-0 y son incapaces de chutar a puerta, se la tira encima del portero, mientras el otro, perdiendo 0-1, marca un golazo decisivo para el devenir del partido.
El partido de anoche fue un serio aviso para el Barça de cara a la final de copa, por si alguno se pudiese pensar que estaba ya ganada y que ya se puede contar con el doblete como mínimo. El Sevilla demostró su capacidad de competir y que en una mala tarde te puede pintar la cara perfectamente, más en campo neutral y en una final. También es justo decir que el Barça jugaba con muchas rotaciones y tras el desgaste de champions mientras el Sevilla, excepto un par de jugadores quizá, jugaba con su once de gala y más frescos. Algunos podrán decir que el Sevilla jugó Europa League el jueves, pero es que tenían ya la eliminatoria sentenciada y sólo un jugador repetía del once del jueves. Los sevillanos jugaron un partido bastante completo y plantaron cara en todo momento, pero al final la calidad del Barça decidió el partido.
Empezó el encuentro muy igualado, con un Sevilla que jugó un mixto de lo que le venían presentando los rivales al equipo culer, no salió arriba del todo a la presión y línea defensiva en medio campo, pero tampoco salió de primeras con el autobús puesto, jugaron en una zona intermedia y sólo presionaban cuando la pelota estaba en zonas peligrosas, poblando el medio campo con gente de trabajo y con muchas ayudas de los de arriba a los laterales, tapando las bandas y pasillos laterales. Al Barça le costaba mucho romper el entramado y el Sevilla cada vez que recuperaba, la jugaba con mucho criterio y con mucha calma en medio campo, para luego darle velocidad por bandas e intentar romper. En este aspecto le amargaron la noche a Aleix Vidal y a Piqué, el primero jugó el peor partido desde que está en el Barça y el segundo acusó como siempre el jugar al lado del mediocre de Mathieu, que tienes que tener un ojo y medio puesto en él a ver cuándo la va a cagar y además tapar a tu lateral cuando sube. Ya hubo varios avisos previos hasta que una buena triangulación en medio campo, lanzó por banda a Tremoulinas que puso un buen balón para que Vitolo definiese solo. Al final es un castillo de naipes y si el del medio es mediocre pues los de al lado van cayendo, así Piqué estaba ayudando a Aleix en medio campo y Mathieu pues estaba en su mundo como siempre, fuera de sitio, con lo que Alba tuvo que bascular y dejó espacio para que Vitolo rematase a placer. Con el gol el Sevilla sí que pasó a meter el autobús descaradamente, con lo que el Barça tuvo el dominio total y absoluto, que hizo que se pusieran las pilas los de arriba. El Barça estaba sufriendo de creación de juego, porque Arda necesita aprender automatismos aún y sigue incrustándose en la línea de delanteros, con lo que no ayuda en la creación, Sergi Roberto también es un hombre más de llegada de segunda línea y de juego fácil de uno o dos toques pero no para habilitar a los delanteros. Jugaron ambos demasiado a lo mismo y aún no habían jugado juntos, por lo que el resultado no fue el más satisfactorio. Pero bueno, entonces apareció el titán de Badia, que cogió las riendas del medio campo y a base de pases rápidos y combinaciones en corto con un Messi que se movió a jugar entre líneas y un Neymar que también hacía la diagonal hacia adentro, empezaron a generar juego y encontrar agujeros, con lo que llegó la jugada clave de la falta tras un muy buen pase de tacón del brasileño y un gran movimiento, de los clásicos del uruguayo, que la dejó correr y rompió a su par, forzando la falta que todos sabemos el brillante resultado final.
A partir de ahí el Sevilla le temblaron las piernas y el Barça jugó sus mejores minutos hasta el descanso. En la reanudación empezó muy de cara para el Barça, que fruto de una jugada inventada entre Messi y Suárez acaba en gol de Piqué para remontar definitivamente el partido. Una jugada que parte de la nada, con un pase de Suárez, en una posición que no es la suya, que Messi se saca de la manga encontrar un espacio para romper desde dentro del área, que solo le tuvo fe el uruguayo que sigue la jugada y por eso llega antes que nadie para asistir a Piqué. A partir de ahí el Sevilla se tira hacia arriba y Emery hace un par de cambios ofensivos, que combinados con el bajón físico del equipo blaugrana, convierten el partido en una segunda parte muy competida con ocasiones para ambos lados, sin acierto por parte de ninguno y con un buen papel de los porteros. Lucho lo vio e intentó dar un poco de control al equipo con la salida de Iniesta y refrescando luego con Rakitic, pero el partido ya estaba demasiado roto y el esfuerzo había sido máximo. Al equipo le faltó un poco de lectura de partido y controlar más la posesión para acabar de destrozar físicamente al Sevilla.
Al final si mirásemos el partido en cuanto a estadísticas, pues el Barça volvió a ser superior, pero llevamos varios partidos que la falta de acierto cara a puerta complica los encuentros, hasta el punto que acabamos el partido con sensaciones de que si el rival hubiese empatado no habría pasado nada. Es más una sensación por la ida y vuelta del encuentro que lo que pasa en realidad, pero habrá un día que ya sea de rebote o por una buena jugada la moneda saldrá cruz. Al menos podemos destacar que el Barça tiene mucha solidez a la hora de defender los balones parados, mérito de Lucho y su staff que lo han trabajado mucho para que así sea, el Sevilla tuvo bien pocas ocasiones para poder generar peligro con estas acciones y eso que tienen buena estrategia, como el Atleti que tampoco pudo crear demasiado peligro hace unas semanas.
En el apartado individual, antes que a la tripleta ofensiva, me gustaría destacar a Busquets, que una vez más hizo un partido para enmarcar, totalmente decisivo en el juego del medio campo y que cortó lo que no está escrito, uno de los mejores lectores de juego del mundo y sin duda el mejor mediocentro defensivo de la actualidad, es una pieza insustituible. El partido de ayer es para ponerlo en las escuelas de futbol de cómo se debe colocar un mediocentro y como dar fluidez a su equipo cuando está encallado. El de Badia probablemente jugaría en el 70% de equipos en la posición de interior, porque ha evolucionado de una forma bestial y cada vez aporta más en ataque. Si hay un jugador que merece que le suban la ficha es él, que nunca lo ha pedido y ya toca hora que el presidente cumpla sus promesas, porque si hay alguien decisivo sin marcar goles en este equipo es Sergio. Que no esté en el equipo de gala de la Fifa es para que algunos se lo hagan mirar a base de bien.
Luego está la tripleta de arriba, que cuando no es uno es el otro, pero que es un espectáculo ver como rompen las defensas de esta manera, ver como combinan en espacios tan reducidos y generan ocasiones. Donde los aficionados ni vemos en la tele, ellos lo ven en el campo que es cien veces más difícil. La llegada del brasileño y el uruguayo ha sido como agua de mayo para Messi, que ahora ya no es la única amenaza para las defensas. En los años post Pep, los equipos se centraban en tapar al argentino, conocedores de que el resto no decidían partidos como él, era a jugársela al mal menor. Pero es que ahora si se centran en Messi te puede destrozar Neymar o puede hacerlo Suárez. Ayer por ejemplo el partido lo rompe Suárez con una jugada partiendo como si jugase de interior, ya no es su capacidad de desmarque, su pelea, su hambre por el gol, su colocación de estar siempre en el lugar adecuado, es que se marca una jugada por banda con recorte que no acaba en gol de milagro, es que te da una asistencia cuando menos te lo esperas. Si a eso le sumas al jugador más desequilibrante en el uno contra uno con espacios para regatear y correr la cosa ya no es una cuestión de taparse con la manta corta, es que te tapas con un pañuelo. No hay por dónde cogerlo defensivamente. Y claro, si le dejas un resquicio al argentino para que juegue a sus anchas porque tienes que tapar a los otros dos, más los dos laterales que entran de segunda línea, más el interior que entra desde atrás, la cosa ya es de psicosis total. La única opción de parar esto es que ellos no tengan el día cara a puerta, como en los últimos partidos, o que haya una pájara generalizada por la acumulación de partidos.
Los dos interiores cumplieron en la recuperación y el trabajo de presión, les faltó un poco de presencia ofensiva, pero no se puede decir tampoco que jugasen un mal partido. Como tampoco lo podemos decir de Alba, que cumplió en ataque y en defensa y estuvo mejor que en partidos anteriores. La gran rémora de este equipo sigue siendo encontrar un central de garantías para jugar acompañando a Piqué cuando no juega Masche. Esta debe ser la asignatura obligada de este verano, desprenderse de los dos paquetes, vender a Bartra que no confías en él y traer dos centrales contrastados, no hace falta ir muy lejos, en Castellón tienen a Musacchio que daría un rendimiento inmediato, por poner un ejemplo y no creo que sea más caro que Mathieu o Vermaelen. Pero arreglarlo ya, un par de centrales y un lateral zurdo competitivo.

Bravo tuvo una intervención decisiva en el mano a mano ante Gameiro. El resto de partidos todas las que paró fueron muy parables, pero igual que cuando no tiene trabajo lo decimos, esta semana podemos decir que ha sido decisivo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario