Primero que nada
felicitar al Madrid por ganar la supercopa, no creo que en líneas generales en
los 180 minutos haya sido mejor ni de lejos, pero ha sido más efectivo y ha
tenido varios factores de su parte, por lo tanto ha sido el justo vencedor por los
dos resultados.
La vitoria de este
título estaba cantada en cuanto se vieron las designaciones, ya lo advertí en
la anterior entrada del blog que el Madrid ganaría porque ya sabía lo que pasaría.
Es el que debería levantar la copa, el ser superior, porque es el principal
artífice de que se haya producido esta victoria en este torneo, su gestión en
los despachos consiguiendo designaciones a la carta ha sido ejemplar, a lo
mejor alguien en el Barça debería aprender a gestionar este tipo de cosas y
cuando te están robando en tu casa, por lo menos pon el grito en el cielo, no
te pongas a hacer chistes y risitas con el que te está tangando en tus morros.
Era la única manera de que un equipo inferior tanto en juego, como en calidad,
como en soluciones tácticas de su entrenador, ganara el título y no tuviese que
soportar ver como el Barça levantaba la copa en tu propio campo.
Por mucho que el
madridismo saque pecho, por mucho que la caverna ahora hable de que el Madrid le
pasó por encima, que le dio un baño y bla bla bla, el Madrid no fue superior al
Barça en este partido, tuvo más ocasiones claras, pero es algo relativamente
normal, por el estilo de juego que tienen.
En algo si que
tienen razón al decir que el Madrid le pasó por encima al Barça, en cuanto a lo
que hacía el balón en cada jugada, que era pasar por encima de todos los
jugadores del Barça porque el juego del Madrid se basó en pelotazos de los de
atrás a la espalda de la defensa. Mourinho lo tenía muy claro en cuanto vio las
designaciones, en la ida todos atrás y a pegar patadas que ya estaba todo
acordado con quien se tenía que acordar, para conseguir un buen resultado en la
ida, un par de penaltis tangados, un par de expulsiones perdonadas y algún
balón parado o contraataque para poder marcar algún gol. Se cumplió casi todo.
En la vuelta aún
lo tenía más claro, césped seco para que el balón al botar en el suelo se
clavara en suelo y se frenara de golpe y botara mal. Táctica de equipo pequeño,
pero que en el madridismo esto no importa porque se venden al resultado, de ahí
que en la ida todo fuese un desastre y que ahora parece que hayan hecho el
partido del siglo. El Madrid jugó una táctica, que por mucho que quieran vender
la moto los sicarios de la pluma para lavar las miserias del inicio de
temporada, es una táctica que ya empleaban los ingleses cuando inventaron el futbol,
patadas en defensa y balón largo y a seguir que alguna cazaremos. Si a esto le
sumas que tienes al árbitro adecuado para tus intereses, un árbitro que en el
calentamiento se viene a calentar al lado de tus jugadores (con lo grande que
es el campo), les saluda, les abraza a algunos, les sonríe y que luego pasa por
el lado de los culés y ni les mira tampoco. Un árbitro que tiene que agradecer
muchas cosas a Mourinho, entre otras que pasó del ostracismo a ser
internacional, gracias a sus piropos. Un árbitro que se las da de valiente pero
que cuando el Madrid está de por medio sólo es valiente con unos.
El Madrid jugó a
lo de siempre, todos bien juntitos en su campo y a salir a la contra. Cuando el
Barça saca de puerta o de banda presionar arriba para intentar recuperar el
balón cerca de Valdés y que cuando no lo consigue defiende con los once en su
campo y en cuanto recupera pase largo a la espalda de la defensa y a ver que
sale. Es como llegaron los dos goles del Madrid, por mucho que quieran vender
la moto, parece que no hayan visto ni una repetición. El primer gol viene de un
despeje de Pepe dirigido para sacar el equipo porque estaban todos en su campo,
error impropio de Mascherano que acaba en gol. El segundo gol viene de un pase
largo de Marcelo desde la frontal de su propia área con todo el equipo en su
campo otra vez, que por el césped bota mal (como le pasó a Albiol hace un par
de años) y que acaba en un disparate de balance defensivo en el que Crc tiene
tiempo de bajar el balón, de prepararse para chutar y aún así chuta mal y
Valdés se la mete dentro, porque el balón iba raso a los pies de Piqué pero la
toca Valdés y la entra. Dos goles de dos pases largos desde la frontal de su
área. Si esto es pasar por encima y ser mejor que el Barça, pues vale, será en
su mundo.
Este estilo de
juego hizo que no hubiese centro del campo, lo que realmente hace al Barça
fuerte y el Barça no podía controlar el ritmo de juego. Si a esto le sumamos
que cada desborde acababa en un jugador del Barça en el suelo sin pitar ni una
falta (cosa que si que pasaba al revés) pues es casi imposible llegar a puerta.
El Barça en cuanto
consiguió el balón fue mejor que el Madrid con diferencia, a pesar de jugar con
diez, porque atacó con el balón y sin pérdidas, asegurando la posesión. Pero
claro esto pasó porque a partir del segundo gol, el colegiado empezó a pitar
alguna falta a favor cuando derribaban a los jugadores blaugranas, cosa que impedía
los contragolpes del Madrid. Los comentarios de baños y tonterías por el estilo
vienen por las ocasiones de gol, porque con uno menos y buscando el gol, contra
un equipo que lo fía todo al contragolpe es normal que te hagan ocasiones, aún
así, entre la expulsión y los cinco minutos finales que ya el Barça tuvo que
arriesgar aún más, el Madrid no llegó a puerta más que una jugada de Higuaín y
la excursión de Khedira. Por el contrario el Barça con uno menos tuvo dos
ocasiones claras de Pedro, una de Messi, una de Tello y otra de Alba. El
bernabeu se pasó 50 minutos silbando y con el canguelo en el cuerpo porque un
gol le daba el título al Barça, tras el golazo espectacular de Messi.
Pero ya lo dije el
otro día, era imposible ganar, ya lo había cerrado todo muy bien el ser
superior en los despachos. Ya me lo esperaba, no con tantos errores defensivos
del Barça, pero me esperaba un partido en el que el Barça le costaría mucho
llegar a puerta porque le segarían antes con la connivencia del colegiado y que
en alguna contra o balón parado marcaría el Madrid. Tras dejarlo bien atado
Clos Gómez, estaba claro que no se podía escapar.
Y no es que el
colegiado tuviese un error de no pitar un penalti o un fuera de juego, es que
tuvo dos criterios muy bien diferenciados. Esto ya lo sabía Mou, ya contaba con
ello. Habrá alguno que dirá, si los del Barça lo sabían porqué no hacían lo
mismo. Pues sencillamente porque no tiene físico, ni maldad, ni estilo de juego
para hacerlo. Era cuestión de tiempo que Lahoz pitara un clásico, hasta ahora
se estaban haciendo los remolones, metiendo arbitrajes intermedios que no fuese
tan descarado, aunque los Clos, Undiano, etc. hiciesen “lo posible” para ello,
no llegaban al extremo de la cara dura que tiene este personaje.
Es la única manera
de que el Madrid gane al Barça, poner a un árbitro que les deje hacer los que
les dé la gana y pegar todas las patadas del mundo, cortar el juego de
cualquier manera y que no les cueste nada.
Así pues, estos
últimos tiempos (año pasado incluido), la cosa ya ha pasado a límites
insospechados. Hasta ahora la permisividad era evidente, pero seguían sin poder
parar a Messi, entre otras cosas porque aún siendo permisivos, había algunos
que tenían un poco de vergüenza. Por eso faltaban los que tienen la cara más
dura, Undiano, Clos y sobretodo Lahoz. Un árbitro que sabe que te está tangando
y que encima se te ríe en la cara como hacía ayer con los jugadores del Barça
que no hacía más que decirles que
tranquilos.
Cómo van a estar
tranquilos si les expulsas a un jugador a los treinta minutos de partido por
agarrar a otro (no hay nada que decir, era expulsión) y luego ves que Di María
agarra hasta tres veces a diferentes jugadores sin que pite ni falta, que pega
una entrada por detrás dándote con la pierna en el abductor y no pite ni falta,
cuando ves que Pedro recorta a Crc y este primer le mete una mano en la cara y
luego con la otra le coge la cabeza y lo agacha contra el suelo, cuando ves que
a tu mejor jugador le están frenando (como ya pidió un medio de la caverna y
que parece que por fin le han hecho caso “por lo civil o lo criminal”) sin
balón de por medio, agarrándolo y derribándolo con jugadas más propias de otros
deportes y que no pase nada. Cuando ves que cada vez que controlas el balón de
espaldas te viene el Ramos de turno y te derriba sin que pase nada. Cuando ves
que el que está dando patadas es el otro y que las tarjetas te las llevas tu,¿
como vas a estar tranquilo?? Porque resulta que el señor Lahoz, bien que avisó
a Pepe en los primeros momentos de partido tras una tarrascada a Messi en la
frontal tras un slalom (el que Pedro intenta meterse entre medio de dos
jugadores), cuando ves que Alonso derriba a Xavi y que luego le pisa y le
avisas (yo creo en las casualidades, pero estas jugadas últimamente que cuando
derriban en falta al jugador del Barça que luego “casualmente” se tropiecen y
pisen varias veces al jugador que está en el suelo, empiezo a pensar que no son
tan casualidad, porque las casualidades no pasan varias veces en cada partido,
Alonso lleva tiempo ya que se ha convertido en un marrano y Ramos ya lo era),
cuando ves que Khedira agarra claramente a un jugador y lo derriba cuando ya le
ha sobrepasado y le avisas y cuando Mascherano en la primera falta que hace él
y el Barça le amonestas. El Madrid hizo 18 faltas PITADAS (porqué luego están
las que miró hacia otro lado) y el Barça 8, mientras que el Madrid se llevó 4
amarillas y el Barça 3 y una roja directa. Cuando ves que no tiene el mismo
criterio a la hora de los contactos y de los agarrones. El arbitraje de ayer
fue claramente made in Lahoz cuando pita al Madrid, es decir, a los blancos que
hagan lo que quieran y a los otros no les pasó una, encima me río y les vacilo.
Yo por lo menos
sigo orgulloso de este Barça, un Barça que no se prostituye al vale todo para
ganar, un Barça que no pone la hierba seca para que no ruede la pelota, un
Barça que su estilo siempre es reconocible, que tira de orgullo cuando las
cosas le van mal, que no pega una mala patada y que es capaz de callar al
bernabeu con un hombre menos y con un arbitraje lamentable. A pesar de la
encerrona el Barça dio la cara y los culés nos sentimos muy orgullosos de este
equipo, un equipo que es admirado fuera de nuestras fronteras y que no necesita
de trabajos en los despachos para poder ganar. Aún con todo siempre tuvo
opciones de ganar el título y que en los 180 minutos, por mucho que quieran
taparlo la caverna fue mejor.
Un Barça de un
Tito, al que la caverna está esperando para machacarle cómo hizo ayer
injustamente cuando él no tiene la culpa de que Valdés fallara en la ida o
Piqué y Masche en la vuelta, un entrenador valiente, no como otro que yo se me,
que se encierra en su campo en su casa, que deja el césped seco y que juega al
patadón.
Y hablando de casas, penoso el comportamiento de la
afición merengue, esta afición que su entorno y su prensa recrimina al Barça
cuando gana que ellos celebran sus victorias y que no piensan en el rival y que
se pasaron gran parte del partido insultando al Barça, a Catalunya y a los
aficionados culés en lugar de animar a su equipo. Afición señorial donde las
haya, sí señor.